RUINAS CASTILLO ALDEIRE 24/12/11

martes, 2 de noviembre de 2010

DIA DE TODOS LOS SANTOS

Hoy he entrado al Cementerio y he dedicado unos minutos a visitar a todos nuestros paisanos difuntos, porque en un pueblo pequeño como éste, es difícil encontrar a un extraño entre todos ellos. He bajado hasta el final de su pasillo central desde donde, a paso lento, he vuelto a deshacer el camino andado. Despacio, muy despacio, me he ido fijando en esas fotos pegadas a esos enorme Panteones y he sentido ganas de llorar al ver que, en su mayoría, vivieron en la más profunda miseria, como profundas son las tumbas que ahora le dan el descanso eterno.

¡No!, no he sentido pena porque se hayan marchado ya, porque ese camino también lo tendremos que recorrer nosotros antes o después, sino porque ahora, sobre sus restos, se elevan esos enormes mausoleos, cubiertos de flores por todos lados, que parecen adornados como si de una competición se tratara. He visto la foto de algunos y algunas que vivieron su vejez en la más absoluta soledad sin que ningún hijo o hija le demostraran tanto cariño como ahora les dan cuando ya no lo necesitan. Otros han quedado olvidados totalmente y sus tumbas estaban adornadas con unos pequeños ramos de crisantemos que su caritativos vecinos les han colocado para disimular ese abandono.

Sigo mirando, una tras otra, las fotos pegadas al granito o mármol de los que, después de morir, se han enriquecido sin saberlo. ¡¡¡Tantos alimentos que no llegaron nunca a su vieja mesa con la fe de reunir unas pesetillas, por si legaban a necesitarlas, se han convertido ahora en su fortuna!!!

Pero lo que más pena me ha dado es que no son ellos los que pidieron en su testamento que le hicieran esas mansiones después de su muerte, sino que ha sido la soberbia humana la promotora de tan enorme desastre, porque cuando pasen unos días, las flores se marchitarán y se arrojarán a la basura para incinerarlas y las tumbas poco a poco se irán cubriendo de polvo, esperando muchas de ellas, que llegue el día de todos los Santos del próximo año para verse de nuevo engalanadas.

Así se comporta la naturaleza humana: olvida a sus mayores al final de su vida cuando más lo necesitan y una vez que ya se han despedido para siempre, se vuelve de nuevo agradecida con los que ya partieron. Verdaderamente es tremendo el pensarlo pero ciertamente esta es la cruda realidad que a todos nos espera. JUAN MONTES CHECA.

4 comentarios:

  1. Hola Juan!!

    No te asustes,ni te sorprendas,pq eso es lo q somos la malloria de los humanos,vivimos d la imagen.
    Yo siempre q he entrado al cementerio me he puesto triste,alguna lagrimilla y a la vez contento al recordar a mis abuelos,siempre los hechare de menos.
    Yo no creo en religiones ni nada q se le parezca,pero si creo en una cosa,hay q hacer las cosas hoy,no mañana.

    UN SALUDO.

    ResponderEliminar
  2. Hola juan,perdona por no haber comentado tus pasadas reflexiones,pero el tiempo manda en la vida y yo últimamente he tenido poco tiempo para estas cosas por estar inmersa en unas oposiciones.
    Hoy te escribo también para hacerte llegar mi opinión en el día de todos los santos.Yo también he recorrido el pasillo a lo largo del cementario,e incluso he ido salteando las tumbas para ir recordando los que estan allí.
    Por ser más joven que tú,no reconocía a muchos de los que allí estaban;así que empecé a fijarme en la fecha del fallecimiento.Hay gente muy joven,incluso una niña con 3 años,pero la gran mayoría de 60 años hacía arriba,y yo me preguntaba ¿cómo es posible que con tantas penalidades que han pasado hayan tenido una esperanza de vida tan alta?Por contra, hoy tenemos un "buen sistema de salud",no pasamos penalidades y no trabajamos tan duro como lo hicieron nuestros antepasados pero muere cada vez más gente joven con apenas habiendo empezado a vivir.
    Muchos accidentes,enfermedades,problemas psicológicos,actos terroristas van arrebatando la vida a multitud de personas.Y ¿porqué si parece que lo tenemos todo? No encuentro respuesta a ello;porque estamos preparados para enterrar a nuestros abuelos o a nuestros padres pero no para enterrar a un hijo y menos aún a un nieto.No obstante, soy consciente que nacemos para morir pero quizás no sea en el momento oportuno cuando ésta llega.Desde mi cercanía ha muerto un familiar con 74 años; mayor o quizá joven no lo sé,con 10 años empezó a trabajar duro para sacar a su familia adelante y eso es lo que ha echo hasta el final de su muerte, a los 65 años le dan una recompensa de 600 euros por el trabajo de toda su vida y a los 74 muere por una enfermedad.Con esto nos piden esperanza al final de la vida ¿esperanza en qué? en una vida que nos la arrebatan sin darnos cuenta.En fin,lo que es cierto es que lo mismo que nacemos morimos sin saber cuáno y cómo ésta nos llegará, por eso vivamos la vida cómo si cada momento fuera el último. Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Al leer todas vuestras reflexiones he tenido sentimientos muy encontrados,con Juan el propietario de las ideas y el culpable de incitarnos a participar lo comprendo por nuestra cercanía en edades y la educación que hemos recibido.
    Entiendo lo del sentimiento de cercanía a todos los que allí descansan, los conocemos a casi todos conocemos sus vidas sus anécdotas, las miseras, las mas simpáticas,tiernas, mas agrias eso nos lleva a juzgar sus vidas pensamos ¿algún día fueron felices? .
    Por otra parte juzgamos a sus familiares por ese querer aparentar (tan característico de nuestro pueblo) y por otra parte muy propio de las gentes que vivimos casi y sin querer la vida de los demás por nuestra cercanía,!ojo para lo bueno y para lo malo! Personalmente pienso que casi siempre es para lo bueno. Pero mi querido Juan ¿donde esta la verdad de la gente? ¿en lo que somos?o en lo que quisiéramos ser?¿en lo que ve la gente de nosotros?¿o en como queremos que se nos vea? en una sociedad tan pequeña como la nuestra siempre estamos al desnudo y con nuestras vergüenzas al aire, pero y vuelvo a expresar mis sentimientos los que me arropan siempre es mi gente esa gente que siento a la vez tan cercana y tan lejana.
    Sera es muy tierno leer lo que has dicho en tu comentario, felicidades por sentir asi.
    Y si me lo permitís, ante todo si me lo permite Juan, quisiera trasmitir una reflexión acerca de la intervención del comentario anomimo. Me dijo una vez una mujer de 92 años que aun vive participando aportando a la sociedad ideas fantásticas y sobre todo su tiempo, Carmencita para vivir hay que morir muchas veces en la vida .Un abrazo a tod@s. Menchu.

    ResponderEliminar
  4. Es cierto, por desgracia,hoy en dia vivimos de las apariencias,en este caso ,los grandes mausolesos con flores,que seguramente no son visitados hasta el siguiente año por estas fechas.Es triste pero es asi,toda nuestra sociedad solo piensa en el que diran y a ver si lo mio es el mejor.

    ResponderEliminar